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TRANSCRITO DEL DIARIO ADN


Kurosawa, el emperador del cine

Todos acabaron a sus pies. Y se ganó ese título a pulso. El cine de Kurosawa es ese homenaje a los temas universales a través de la mirada al entorno. En su centenario, llueven los homenajes.

Año 1941. La Armada Imperial Japonesa entra como un elefante en Pearl Harbour, rompe la vajilla de la flota estadounidense, azuza el fuego y se cobra el mayor efecto boomerang de la historia bélica: el epílogo, en forma de hongo atómico, a la Segunda Guerra Mundial.
Cuando atacaron, se dice que los nipones gritaban "Tora! Tora! Tora!". En la película estadounidense con ese título, una de las líneas del guión, en cuya preparación participó con no pocos quebraderos de cabeza Akira Kurosawa, decía: "Me temo que todo lo que hemos hecho no es sino despertar a un gigante durmiente y le hemos forzado a tomar una resolución terrible.

En el contexto de un Japón herido, aislado y enfrentado al gigante estadounidense, nace el cine del director que abrirá las fronteras culturales de Japón, conectará la tradición oriental y occidental y firmará alguna de lasinnovaciones narrativas más importantes de la historia del celuloide.
No es extraño, pues, que ahora, cuando se cumple el centenario del nacimiento del bautizado como Emperador del cine, todo el mundo se haya volcado en un homenaje unánime, del que la propuesta española es una generosa muestra.
Samurai y campesino
Él mismo sabía que la universalidad de su discurso surgía de la especifidad japonesa de su imaginario.
Kurosawa debutó como director con filmes que exaltaban el nacionalismo nipón. Sin embargo, de los cascotes del gran conflicto surgió su cine extraño. Y, ya en la posguerra, no evitó mostrar la realidad japonesa: para explicar esa miseria, echó mano del realismo de su entorno (Un domingo maravilloso, de 1947: una pareja intenta ser feliz durante un día al margen de la miseria de su país), pero también del pasado de un país poblado por campesinos que intercambiaban un mendrugo duro de pan por un bol de arroz, samuráis que salvaban poblados por algo que llevarse a la boca y bandidos sin escrúpulos. Japón, en su cabeza, y por paradójico que pareciera, tomaba forma de western violento, el género yanqui por excelencia.
Otros ángulos
Con Rashomon (1950), un relato de ecos faulknearianos, apunta otro vértice de su importancia: lainnovación en la narrativa. Allí explica una violación en el siglo XI desde los ojos de los diversos implicados -incluida la víctima a través del médium-. La claustrofóbica historia abre su cine al mundo, con el León de Oro de Venecia.
A partir de ahí, conectará de forma sutil las batallas, psicológicas y colectivas, de su tierra con la literatura de Dostoievski, Gorki y Shakespeare, en una esplendorosa etapa en la que encadena El idiota (1951), Los siete samuráis (1954) y Trono de sangre (1957).
A Kurosawa le apuntarían y dispararían en breve hasta herirlo de muerte: su don fue su látigo, cuando el hecho de abrir su cine a la cultura occidental, después de situar la oriental en el mundo del siglo XX, empezó a provocar suspicacias en su país.
Tras los fracasos comerciales de Barbarroja(1965) y El camino de la vida (1970), le costó, y mucho, encontrar financiación. Su vida era el cine: "Tómese 'yo mismo', réstese 'películas' y el resultado es cero". Quizás por eso, ante el ostracismo, in- tentó suicidarse, en un gesto de soldado nipón que no quiere perder la dignidad, en 1971.
El renacer
Gracias a la financiación soviética, resurgió con la maravillosa El cazador. Dersu Uzala (1975), que le valió el Oscar.
Aquello sería el pie para una última etapa de aplausos y reconocimiento. Volvió abrazado por todos los golden boys del Nuevo Hollywood. George Lucas, que venía de filmar su seudowestern La guerra de las galaxias así que entendía su cine, y Francis Ford Coppola lo ayudaron para filmarKagemusha (1980). Y Martin Scorsese defendió la grandilocuente y ambiciosa Ran (1984), llamada a ser su gran obra, a capa y katana.
Aun así, su país lo relegaba a un segundo plano ante el envite de nuevos directores que luego reconocerían su legado.
Por si no ha quedado clara su importancia con otros razonamientos, esto se cierra con una selección de frases que se apoyan en el argumento de autoridad: "Es el Shakespeare pictórico" (Spielberg), "No hay nadie como él" (Scorsese), "Tiene tantas películas fantásticas que podemos preguntarnos cuáles son las grandes y cuáles son sólo muy, muy buenas" (Coppola).
TRIBUTOS EN ESPAÑA
Sus dibujos, su inspiración, su cine
España se ha volcado en el centenario del nacimiento del genio (1910-1998). EL Año Kurosawa es una iniciativa de la Universitat de Barcelona, a través del Centro de Investigaciones Film-Historia, Casa Asia y Cultural Affairs, pero en él se han implicado instituciones de toda la geografía española. Estos son algunos de los actos.
La filmografía del cineasta se podrá ver en la Filmoteca española, en los centros de Casa Asia y en otras filmotecas del resto del país.
El Teatro Noh, parte del imaginario, se podrá ver en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. ?Se programarán talleres y presentaciones de libros sobre la figura del autor.
La Alhóndiga de Bilbao inaugura en noviembre la muestra 'La mirada del samurái: Los dibujos de Akira Kurosawa'. Programación íntegra: www.ub.edu/anykurosawa
EL APUNTE
'A. Kurosawa. El emperador y el lobo'
Stuart Galbraith
T&B
La relación con su actor fetiche Toshiro Mifune, sus problemas con los estudios y la grandeza de su cine se dan cita en este repaso a su vida.



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