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CUÉNTAME POR QUÉ ESTÁS TAN IDO

A unos nos pueden caer mejor o peor los actores que la protagonizan, pero creo que todos estamos de acuerdo en que "Cuéntame" es una serie muy currada, sobre todo desde el punto de vista del "atrezzo", la decoración, el vestuario y los peinados. De hecho, mucha gente de 30 años para arriba, se siente y se ve bastante identificada con algunos decorados, objetos o elementos que aparecen en la serie.

Luego, argumentalmente la serie tiene guiones muy buenos. Aunque a veces tratan momentos difíciles y polémicos de nuestra historia reciente, nunca se ponen de parte de ninguna opción política, sino que se ponen únicamente del lado de la paz, la libertad y el bienestar común de todos.Con las tramas románticas también aciertan de lleno, porque nunca caen en el "pasteleo" ni en la ñoñería, sino que tratan la situación de una manera ágil, natural e incluso con un punto cómico. Tan sólo veo un cabo suelto en la serie, y es la nula mención que hacen sobre la hija que se fue a vivir a París junto a su curita enamorado. Parece como si se les hubiera tragado la tierra.

Pero vamos al grano, o mejor dicho a los granos de acné que pronto experimentará en su piel el ya no tan pequeño hijo menor de los Alcántara, Carlitos, que además es el narrador de la serie algunas décadas después, seguramente con más canas, más arrugas y menos pelo, y que nos cuenta desde la época actual todas las vivencias de su familia y de él mismo en su infancia y adolescencia.

Pues bien, el muchacho, al parecer por lo que se ha visto en capítulos anteriores, tiene un talento especial para la escritura y la literatura, ganando incluso algunos premios y emocionando a todos los que leen sus escritos, pero más allá de eso, el chaval es un auténtico "pasmao", sobre todo en el trato con el sexo femenino. Apenas vocaliza cuando habla, como si tuviera algo metido en la boca, pero tampoco ayuda mucho su actitud tímida y vergonzosa y su cara de palo, de la que apenas cambia su boca entreabierta para esbozar de vez en cuando una ténue y lánguida sonrisa y mostras sus dientes separados. Se nota a la legua que está inmerso hasta el tuétano en plena "edad del pavo". Lo más flipante es que, con esa marcha que me lleva el menda, liga hasta sin querer, porque casi siempre va con él una chica bastante más maja y lista que él llamada Karina, aunque con un punto de listilla-repelente, y que no le deja al gañán ni a sol ni a sombra. Aunque él insiste que no le gusta la muchacha, todo indica, y ya se empieza a entrever, que acabarán emparejados. Desde luego, el muchacho borda el papel de "atontao" con suerte, porque espero que no sea así en la vida real.

Hace años, como véis, la cosa era así. Hasta el más "pringao" tenía la estima, la comprensión y el cariño de su gente, e incluso ligaba alguna vez. Hoy en día, un tipo así sería carne de cañón. Le tendrían marginado, puteado y se lo comerían con patatas. Actualmente, sigue habiendo gente con una manera de ser y una actitud distinta a la aborregada mayoría. Poseen una sensibilidad especial y son dueños de un mundo interior muy rico e interesante, y aunque intentan ser aceptados y respetados por esa estúpida y descerebrada mayoría, les cuesta muchísimo adaptarse y entrar en ese círculo vicioso que muchos dicen que es "lo normal".

Y es que, aunque todo avance o retroceda, seguirá habiendo "flipaos" y "pringaos", porque la única diferencia entre el Carlitos de "Cuéntame" y el chaval de "Es una fieshta" del anuncio de Ausonia son treinta y pocos años.

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