Author: angel // Category:

 TRANSCRITO DEL DIADIO "ADN"

iPhone vs. Blackberry

Tienen estatus de icono tecnológico y el que los lleva lanza un mensaje sobre sí mismo. Los blogs, revistas y usuarios no paran de discutir: ¿cuál es mejor?


A priori, las dos estrellas del mundo ‘smartphone’ tenían públicos diferentes: el iPhone era un juguete y la BlackBerry, apodada ‘Crack Berry’ en círculos ejecutivos, el mejor amigo del profesional con exceso de trabajo. El teclado táctil de la Black Berry Storm cambió en parte esta noción.

La Black Berry y el iPhone son, con diferencia, las dos celebrities de los smartphones. 

La primera, propiedad de la empresa canadiense Research in Motion (RIM), supuso la entrada a la telefonía móvil de la agenda del hombre de negocios. El segundo, estandarte de Apple, marcó el impulso de los dispositivos táctiles. Ambos pelean hoy para mantenerse en su mercado y robar la cuota de usuarios del otro.
Los dos smartphones son claros rivales en aspectos como los atributos físicos, la funcionalidad y las aplicaciones. RIM cuenta con cinco modelos de dispositivos Black Berry: Series, Bold, Curve, Pearl y Storm, este último, sin teclado físico. A diferencia que el iPhone, los móviles de RIM son de aspecto más solido.

La tendencia multitácil
Algunos expertos y usuarios han cosiderado la pantalla virtual del iPhone extremadamente frágil (tras sufrir dramáticos episodios como la rotura por golpes menores o ralladuras), mientras que otros han pasado por delante su gran ventaja: una efectiva y rápida sensibilidad al tacto. 

Sin embargo, al margen de fans y detractores, desde que el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, lanzase el iPhone 3G en julio de 2007 (seguido del 3GS) las nuevas apuestas en teléfonos móviles han continuado la estela de su pantalla multitáctil. Apple, la compañía tecnológica más experta en crear tendencias, marcó un punto de inflexión. Incluso para RIM, que decidió hacer una especie de sacrilegio lanzando una Black Berry sin teclado y con pantalla táctil. Y entonces, iPhone sufrió las consecuencias. Para la revista Wired, la biblia de la tecnología, escribir mensajes cortos con la Black Berry Storm es menos engorroso que con el iPhone. Con Storm hay que presionar el teclado virtual, cosa que lo asemeja más al QWERTY, como el de los ordenadores. Y esperar oir un clic. Los críticos de Wired aseguran que "Storm se acerca al móvil de Apple más que ningún otro aparato" y que "reinventa" la tactibilidad.

La oficina en el móvil
Y en ese sentido, Apple y RIM avivaron su enfrentamiento: el de los usuarios y las funcionalidades de ambos terminales. Las empresas apuestan por la Black Berry para sus ejecutivos y sus agendas profesionales: consultar y contestar con rapidez los correos electróniccos (su gestor de e-mail es una de sus estrellas), sincronizar las agendas y desarrollar el software de la empresa. Black Berry fue creado pensando en los negocios y en las aplicaciones de la oficina. Pero con la pantalla táctil han podido rescatar a los más indecisos, los menos fieles a Apple y los que estaban entre ambos dispositivos. Un consumidor medio, a fin de cuentas, que disparó los ingresos de RIM el pasado año en más de un 53%. "Los clientes no empresariales suponen ahora más de la mitad de los suscriptores actuales de Black Berry", aseguró el pasado junio Jim Balsillioe, responsable de RIM.

Pero a pesar de los logros de Black Berry, el triunfo del iPhone resulta indiscutible en dos facetas: la navegación de internet y las aplicaciones. El ocio por antonomasia. Conectarse a la red es más divertido y cómodo con el dispositivo de Apple. Tan sólo deslizando los de- dos sobre la pantalla el usuario puede moverse a través de todas las ventanas que se tengan abiertas. Además, la visualización de vídeos en la red y películas y la disposición de una biblioteca musical (no hay que olvidar que es también un iPod) es una de las mejores experiencia que ofrece el smartphone de Steve Jobs. Así, con una mayor capacidad de almacenamiento que el móvil de RIM, el iPhone es el rey de las aplicaciones, por delante de todos teléfonos inteligentes.

La alegria de los 'gamers
La tienda AppStore acumula centenares a diario y los desarrolladores de software móvil han logrado con el iPhone dar rienda suelta a su creatividad. Aunque hay muchas que no resultan útiles, otras hacen la vida más fácil: como las que avisan, tras un silbido, de donde está el iPhone o aquellas que te informan del restaurante más cercano en función de tus gustos culinarios.

Con todo, jugar con el iPhone es, tras la navegabilidad, la mejor baza del dispositivo. Y los videojuegos pueden ser desde los más sofisticado, con multijugadores, hasta los más sencillos. Es por ello que compañías como los gigantes nipones Sony (con su PSP) o Nintendo (la DS) se han visto afectados por la concepción del iPhone como pseudoconsola portátil. Algo que los usuarios de Black Berry, fieles a la austeridad de su móvil, ya suelen mirar de reojo y con cierta curiosidad.


LAS ESTRELLAS ‘GEEKS’

Ellos también sufren la adicción
Un versus entre el iPhone, siempre más 'trendy', y la Black Berry, de seria sobriedad, también supone una nueva comparativa entre las 'celebrities'. La actriz Megan Fox, ataviada con una camiseta de Star Wars, se dejó ver con un iPhone blanco en mano. Con este dispositivo también han aparecido el matrimonio entre Demi Moore y Ashton Kutcher, de confesada adicción a la red social Twitter, la actriz Lindsay Lohan y la heredera Paris Hilton. Pero entre los célebres amantes de la Black Berry deben distinguirse pesos pesados. El presidente de EE UU, Barack Obama, relanzó la popularidad de este móvil cuando tras estrenar el cargo en 2008 estuvo a punto de perder el dispositivo, del que se confesó adicto, por motivos de seguridad. "Tendrán que arrancármela de las manos", dijo Obama, que no se separa del aparato ni para jugar al golf. Esa adicción también la sufre la cantante Madonna."Duermo con la Black Berry", confesó la reina del pop. Por entonces estaba casada con el director Guy Ritchie. El también dormía con su Black Berry.

0 Responses to " "

Publicar un comentario