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"VA DE CINE" Y "RATÓN DE BIBLIOTECA", JUNTOS DE NUEVO, PORQUE ME SALE DEL NÍSPERO

Vamos con más reseñas interesantes de pelis y libros igualmente interesantes.


LOS HOMBRES QUE MIRABAN FIJAMENTE A LAS CABRAS

El periodista Bob Wilton (Ewan McGregor) está detrás de su próxima gran historia, cuando se cruza con Lyn Cassady (George Clooney), un personaje misterioso que proclama ser parte de una unidad militar experimental norteamericana. Según Cassady, este Ejército de la Nueva Tierra está cambiando las tácticas de combate. Se trata de una legión de ‘Guerreros Monje’ que posee una serie de poderes sin parangón, tales como leer la mente del enemigo, atravesar paredes o incluso matar una cabra con tan sólo mirarla fijamente. El fundador del programa, Bill Django (el nominado a un Oscar, Jeff Bridges), ha desaparecido y la misión de Cassady es encontrarle.
Intrigado por las increíbles historias que narra este recién conocido, Bob decide impulsivamente seguirle. Cuando la pareja da con la pista de Django, se topan con un campamento de entrenamiento clandestino dirigido por un renegado vidente, Larry Hooper, (interpretado por Kevin Spacey, ganador de dos Oscar). El reportero se ve atrapado en mitad de una rencilla entre las fuerzas armadas de Django y la milicia personal de super soldados de Hooper. Para sobrevivir a esta salvaje aventura, Bob tendrá que burlar a un enemigo que jamás creyó que pudiera existir.
Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras está inspirada en el best-seller del mismo nombre de Jon Ronson, un revelador y a veces divertidísimo estudio sobre los intentos del gobierno de aprovechar las capacidades paranormales para combatir al enemigo.
El film está protagonizado por George Clooney (Quemar Después de Leer), Jeff Bridges (Iron Man), Ewan McGregor (Ángeles & Demonios), Kevin Spacey (Moon), Robert Patrick (“The Unit”), Stephen Root (El Solista), Stephen Lang (Enemigos Públicos) y Rebecca Mader (“Perdidos”). Dirigida por el nominado a los Premios de la Academia, Grant Heslov (Buenas Noches y Buena Suerte), con guión de Peter Straughan (New York para Principiantes), basado en el libro de Jon Ronson. Los Hombres Que Miraban Fijamente a las Cabras está producida por Clooney, Heslov y Paul Lister. El director de fotografía es el ganador de un Premio de la Academia Robert Elswit (Pozos de Ambición). La edición corre a cargo de Tatiana S. Riegel (Pozos de Ambición). La directora de vestuario es Louise Frogley (Quantum of Solace) y como directora de producción está Sharon Seymour (Gone Baby Gone).


EL LIBRO DE ELI

Un futuro post-apocalíptico. Un guerrero solitario. El Libro de Eli, con el conocimiento que podría ser la semilla de la salvación de la humanidad. Un enemigo que quiere apoderarse del libro.
Denzel Washington es Eli, el héroe solitario de estos Estados Unidos en el post-apocalipsis, que luchará (y deberá vivir algunas aventuras) para proteger un libro sagrado que podría traer a la sociedad el conocimiento y la salvación de la humanidad.  Gary Oldman se encargará de que no le sea nada sencillo, interpretando al líder de una pequeña comunidad queintentará todo para arrebatar el libro a Eli.
El Libro de Eli, una especie de western de ciencia ficción con elementos recurrentes en el género, y la carga de combates y explosiones (que provocarán la alegría de unos y el rechazo de otros amantes del Sci-Fi clásico), tiene como directores a Albert y Allen Hugues,  los Hermanos Hugues, directores de From Hell.


GREEN ZONE: DISTRITO PROTEGIDO

En esta película, un soldado llegará hasta donde haga falta para desvelar una conspiración que amenaza a un país inestable donde acaba de estallar la guerra.

Un guerrero solitario sólo tiene una opción: abandonar la reserva y encontrar una verdad oculta.

Estamos en 2003, y el subteniente del Ejército Estadounidense Roy Miller y su equipo de inspectores son enviados a Iraq para encontrar armas almacenadas bajo el suelo del desierto. Intentando evitar las trampas que se alzan en su camino, los hombres buscan peligrosas armas químicas, pero sólo descubren un elaborado plan para hacer fracasar su misión.

Empujado por agentes secretos con objetivos muy diferentes, Miller deberá encontrar pistas en suelo extranjero que le lleven a las respuestas necesarias para sustituir a un régimen indeseado o iniciar una guerra en una región muy inestable. Descubrirá que en una época y un lugar muy conflictivos, el arma más difícil de encontrar es la verdad. 

El oscarizado MATT DAMON (las entregas de Bourne, Invictus, The Informant/El soplón) y el internacionalmente conocido director PAUL GREENGRASS (El mito de Bourne, El ultimátum de Bourne, United 93) vuelven a reunirse para dar vida a un thriller electrizante, Green Zone - Distrito Protegido.

Producida por TIM BEVAN y ERIC FELLNER, de Working Title (Un tipo serio, United 93), LLOYD LEVIN (Watchmen, United 93) y Paul Greengrass, está basada en un guión del oscarizado BRIAN HELGELAND (L.A. Confidential, Mystic River).

Para completar el elenco, se unen a Matt Damon actores de la talla de GREG KINNEAR (Destellos de genio; Baby Mama) en el papel del agente de Inteligencia Clark Poundstone; BRENDAN GLEESON (Escondidos en Brujas; "Into the Storm", de BBC) como el delegado de la CIA Martin Brown; AMY RYAN (El intercambio; Adiós, pequeña, adiós) como la periodista del Wall Street Journal Lawrie Dayne; KHALID ABDALLA (Cometas en el cielo, United 93) en el papel de Freddy, el traductor iraquí de Miller, y JASON ISAACS (las entregas de Harry Potter, Black Hawk derribado) como el teniente coronel Briggs, un agente de las Fuerzas Especiales dispuesto a destruir la misión de Miller y al propio Miller si hiciera falta.

El director Paul Greengrass ha vuelto a recurrir a sus colaboradores habituales para el trabajo detrás de la cámara, entre los que están BARRY ACKROYD (En tierra hostil, United 93); el diseñador de producción DOMINIC WATKINS (El mito de Bourne, United 93); el oscarizado montador CHRISTOPHER ROUSE (El ultimátum de Bourne, United 93); el compositor JOHN POWELL (El ultimátum de Bourne, El mito de Bourne), y el supervisor de efectos visuales PETER CHIANG (El ultimátum de Bourne, United 93), a los que se unió la diseñadora de vestuario SAMMY SHELDON (Hellboy II: el ejército dorado, Stardust).

La producción ejecutiva corre a cargo de DEBRA HAYWARD y LIZA CHASIN, de Working Title (La sombra del poder, El desafío: Frost contra Nixon).


Empieza la misión: Green Zone - Distrito Protegido tiene luz verde
Cuando el director y productor Paul Greengrass pensó en entrar en el mundo de Green Zone - Distrito Protegido, sabía que su próxima película debería mantener al espectador en tensión; en otras palabras, debía ser un thriller atrevido situado en una zona bélica real. "No es una película acerca de la guerra de Iraq", subraya el cineasta. "Es un thriller que transcurre en Iraq, que es algo muy diferente. Sé por experiencia que un thriller funciona mejor en ambientes extremos, donde el reto moral es intenso".

Durante los últimos diez años, Paul Greengrass se ha dado a conocer por su habilidad en la realización de thrillers vibrantes. Dirigió las dos últimas entregas de la saga Bourne, en las que realizó una hazaña poco corriente: impresionar al público y a la crítica. Pero también es conocido por hacer películas duras basadas en profundas y meticulosas investigaciones.

Con United 93, la historia de los valientes pasajeros y de la tripulación que hicieron frente a los secuestradores del avión el 11 de septiembre, Paul Greengrass no sólo honró la memoria de esos héroes desaparecidos, sino que creó un poderoso y dramático thriller que conmovió al público. Por esa película fue nominado al Oscar al Mejor Director en 2007, al Premio al Mejor Guión Original del Sindicato de Guionistas de América y al Premio David Lean de los BAFTA a la Mejor Dirección. En 2002, su película Bloody Sunday/Domingo sangriento ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín y el Premio a la Mejor Película en el Festival de Sundance.

Muchos ignoran que empezó trabajando como reportero de guerra para la cadena inglesa ITV. Durante diez años recorrió países desgarrados por la guerra realizando poderosos reportajes. Después de centrarse en proyectos de ficción dramática, siguió explorando acontecimientos sociales de actualidad. Mezclando la rigurosa disciplina del documentalista con el sentido narrativo de un realizador dramático, consigue aumentar el impacto de sus películas. El productor Lloyd Levin dice: "Paul tiene un sentido muy agudo que da vida a cada latido de la historia. Crea una versión dramática de la realidad".

Entre las dos taquilleras entregas de Bourne, escribió, dirigió y produjo United 93. Fue una experiencia gratificante para Paul Greengrass y para los productores Tim Bevan, Eric Fellner y Lloyd Levin, por lo que decidieron repetir con otro proyecto. "Nos pusimos de acuerdo en hacer una película de más presupuesto, pero que transcurriera frente a un telón de fondo real", explica Tim Bevan. "Fue el punto de partida".

El director habló con el guionista Brian Helgeland acerca de un thriller sobre la búsqueda fallida de armas de destrucción masiva. Los cineastas recurrieron a numerosos testigos del drama de Iraq, hombres que participaron en la búsqueda de las armas, varios soldados veteranos de la guerra, ex agentes de la CIA y el líder de un equipo paramilitar de la CIA que capturó a varios de los hombres más buscados del país.

La inspiración también vino del libro superventas Vida imperial en la ciudad esmeralda: dentro de la Zona Verde de Bagdad, escrito por el ex jefe de la oficina del Washington Post en Bagdad, Rajiv Chandrasekaran, por el que ganó el Premio del Club de la Prensa Extranjera, el Premio Ron Ridenhour y Premio el Samuel Johnson, además de ser finalista en los National Book Awards.

Lloyd Levin resume qué les motivó a hacer la película: "Paul y Brian querían incorporar el mundo de la Zona Verde y la búsqueda de armas de destrucción masiva dentro de un thriller. Nos dimos cuenta de que el libro era la fuente que necesitábamos".

A medida que avanzaba el proyecto, el realizador comprendió que encajaba a la perfección en su actor fetiche: "Cuando acabamos El ultimátum de Bourne, Matt y yo hablamos de nuestro próximo proyecto. En ese momento, el lugar más peligroso del mundo era Bagdad. Y teníamos igual de claro que el gran reto era ser capaces de hacer un thriller creíble en Bagdad".

"Los thrillers hablan un idioma que el público entiende", sigue diciendo Paul Greengrass. "El espectador va al cine para que le lleve a sitios donde sólo el cine puede llevarle. Quizá sean lugares fantásticos creados por la imaginación, o lugares totalmente reales que vemos en las noticias. Una película nos hace sentir algo muy diferente a las noticias".

Y añade: "Matt y yo nos planteamos la siguiente cuestión: ‘Queremos crear una película convincente, llena de acción, misteriosa, que entusiasme y aporte una visión privilegiada de un mundo secreto, como las películas de Bourne, pero ¿podemos hacerlo en un ambiente extremo como era el centro de Bagdad durante las desesperadas semanas que siguieron a la invasión?’ Espero que la respuesta del público sea: ‘Sí, han sabido hacerlo’".

Paul Greengrass trabajó con el guionista Brian Helgeland para construir una historia dramática que transcurriese entre hechos históricos. Aceptaron la misión de llevar al espectador al desierto de Iraq desde el asiento delantero del Humvee del protagonista, Roy Miller. El viaje también incluía las salas del Palacio Republicano, donde se instaló el gobierno provisional para restablecer el orden en el país, así como las sombrías calles donde los hombres más buscados del país fueron capturados por agentes secretos.

Brian Helgeland imaginó la historia de un hombre que llega a Iraq con un objetivo: encontrar armas de destrucción masiva y salvar vidas. Miller cree en su misión y en su equipo, e intenta descubrir a las personas que dieron la orden de fabricar esas armas y que quizá den la orden de usarlas. Sólo quiere que se haga justicia. Le cuentan que alguien con el seudónimo de Magallanes habló con oficiales estadounidenses antes de la guerra asegurando que dichas armas existían y que Sadam Husein estaba dispuesto a usarlas contra su propio pueblo si intentaban echarle. Pero lo que Miller encuentra no cuadra.

El guionista desarrolló una historia en la que el protagonista empieza a cuestionar el servicio de Inteligencia que ha proporcionado la lista de los posibles lugares de las armas. Nunca hay nada. Miller no llega a ninguna parte a través de los canales oficiales, pero unas conversaciones con un veterano de la CIA, un civil iraquí y una periodista le encaminan hacia el evasivo Magallanes y a entrar en conflicto con un jefe de Inteligencia del Departamento de Defensa, un oficial de las Fuerzas Especiales y un grupo de iraquíes con mucha influencia en el antiguo régimen.


El reclutamiento de los actores: El elenco del thriller de acción
Poco tiempo después de terminar el rodaje de su segunda colaboración, Matt Damon aceptó hacer una tercera película con el realizador. "Trabajar con Paul es un proceso tonificante porque se empeña en capturar algo real con la cámara", explica el actor. "Y basta con ver sus películas para notarlo. No hay ni un momento forzado en Bloody Sunday/Domingo sangriento. United 93 vibra con tensión, todos los personajes son conscientes de la realidad de su situación. Paul quiere que el público sienta esa realidad, esa tensión".

La oportunidad de volver a trabajar con su amigo no fue la única razón que le empujó a hacer Green Zone - Distrito Protegido. Dice: "Además de trabajar con Paul, a quien admiro y cuyo trabajo me gusta de verdad, me atraía mucho la idea de trabajar con veteranos que acababan de volver de Iraq y de Afganistán. En realidad, ellos son el reparto. Ayudan a crear una ambientación auténtica. Trabajar con personas que han estado en situaciones reales no tiene precio para un actor".

El actor encarna al subteniente Roy Miller, un soldado profesional que luchó en la Guerra del Golfo de 1990 y que ahora vuelve a un Iraq muy diferente con la misión de evaluar una larga lista de posibles almacenes de armas de destrucción masiva en su calidad de jefe del MET D (Equipo Delta de Explotación Móvil).

Matt Damon habla de las motivaciones de su personaje: "Miller empieza a obsesionarse con descubrir exactamente qué está pasando, quiere llegar hasta el final. Pide que le transfieran a Bagdad con el jefe de la CIA y empieza a trabajar con él para encontrar las armas… si de verdad existen".

Paul Greengrass añade: "Miller es un hombre de acción cuya frustración aumenta al no encontrar las armas. De pronto, le ofrecen la oportunidad de hacer algo y la acepta".

El realizador se alegró de que el actor, al que casi atropella con vagones de metro en la estación de Waterloo de Londres y al que hizo correr por los tejados de la medina de Tánger, estuviera dispuesto a confiar en él por tercera vez.

"Matt sostiene esta película con su gran interpretación", dice Paul Greengrass. "El público está deseando verle en este tipo de papeles. Es uno de los mejores actores de acción del momento. Basta con colocar a Matt en la acción de un thriller para atraer a los espectadores, porque saben que les llevará a lugares inauditos, que acabará sabiendo la verdad y que nunca se echará atrás. No sólo correrá, saltará, luchará y perseguirá, sino que lo hará con clase e integridad; sabe contar una historia".

El enemigo de Miller es el agente Clark Poundstone, del Departamento de Defensa, interpretado por Greg Kinnear. El actor no tuvo problemas en adaptarse al estilo de filmación de Paul Greengrass, que permite improvisar a los actores. "Matt ya me puso en antecedentes", explica. "No tiene nada que ver con los rodajes más tradicionales. Cuando empecé a acostumbrarme, me pareció muy emocionante e impredecible".

El agente ha llegado a Iraq para reparar los daños que ha sufrido el país y está dispuesto a usar cualquier medio a su alcance para conseguir el objetivo. "Poundstone cree que los problemas pueden solucionarse rápidamente. Sólo le interesa el fin, le importa poco cómo llegar a él", dice el actor. "La historia contiene muchos puntos de vista, y con la forma de trabajar de Paul, todos tienen su sitio".

El irlandés Brendan Gleeson encarna a Martin Brown, el jefe de la oficina de la CIA, a quien Roy Miller acude cuando cree que no puede confiar en nadie más. Hablando del personaje, Paul Greengrass dice, riendo: "Tal como lo veo, después de la saga Bourne, no está mal que un agente de la CIA sea uno de los buenos".

La periodista que, sin saberlo, sirve de portavoz de Poundstone es Lawrie Dayne, del Wall Street Journal. Los cineastas escogieron a Amy Ryan para darle vida. En la primavera de 2003, Dayne es una experta en armas químicas que trabaja en la Zona Verde, donde Poundstone aprovecha para contarle mentiras.

Paul Greengrass quiere que los actores sean flexibles a la hora de interpretar sus papeles. La actriz Amy Ryan dice: "Lawrie se ha pasado la mayor parte de su vida profesional escribiendo artículos sobre armas de destrucción masiva. Ahora está en Iraq buscando las respuestas a lo que siempre la ha motivado. La culminación de su carrera sería estar presente cuando descubren esas armas".

Khalid Abdalla interpreta Freddy, un ex soldado iraquí que lucha para adaptarse a una pierna protésica y que tiene un viejo Toyota Corolla. El actor, hijo de padres egipcios y nacido en Escocia, trabajó por primera vez como actor en el papel del secuestrador Ziad Jarrah en United 93. "Cuando me hablaron de United 93, dije que no quería nada con eso", reconoce. "Pero luego me enteré de que iba a dirigirla Paul. Vi Bloody Sunday/Domingo sangriento y le conocí. Enseguida comprendí que quería hacer una película correcta, y que era un ser extraordinario en quien podía confiar. Trabajar con Paul es como estar en una isla volcánica, y me encanta".

Al contarle a Miller dónde se encuentran varios altos cargos del partido Baath, Freddy hace caer las fichas de dominó. "Es uno de los numerosos iraquíes que se alegraron de ver caer a Sadam. Al principio está dispuesto a creer que todo va a ir mejor", dice Khalid Abdalla. "Freddy no es un iraquí corriente, ha crecido en la calle. Es el principal personaje iraquí de la película".

El actor británico Jason Isaacs encarna al teniente coronel Briggs, el jefe de las Fuerzas Especiales que decide pararle los pies a Miller. El actor aprecia el trabajo de documentación en que se basan las películas de Paul Greengrass. "Realiza una investigación meticulosa", dice. "Se ha rodeado de un equipo increíble. Me prepararon un gran paquete lleno de vídeos con imágenes de archivo, clips de YouTube y libros. Y aunque todo eso me fue muy útil, no tenía comparación con los recursos humanos durante el rodaje".

En Green Zone - Distrito Protegido, el personaje al que da vida Greg Kinnear, Poundstone, anuncia a bombo y platillo en una rueda de prensa que el ejército iraquí será desmantelado ("borrón y cuenta nueva"). Entre las docenas de extras que hacen de periodistas está el mismo Rajiv Chandrasekaran, así como el ex comentarista de CBS Michael Bronner. En 2003, ambos habían asistido a ruedas de prensa auténticas durante las que habían realizado preguntas similares.

"Estuve en un sinfín de ruedas de prensa en la Zona Verde", dice Rajiv Chandrasekaran. "Algunos decidimos usar el mismo nombre que la prensa dio a esas reuniones en Saigón, durante la Guerra de Vietnam, ‘The Five O’Clock Follies’ (el espectáculo de las cinco). La realidad que los oficiales intentaban comunicar desde detrás del podio en la Zona Verde poco tenía que ver con la realidad en la calle".

Michael Bronner se unió a la producción para ayudar con el casting. "Todos los soldados con los que hablé y que formaron parte de los equipos que buscaron las armas de destrucción masiva, todos los agentes de la CIA que llegaron al principio, creían sinceramente en la existencia de las armas", recuerda. "Dudo que pensaran que Sadam iba a lanzar misiles atómicos contra Estados Unidos, pero incluso yo creía que tenía armas químicas. Se quedaron atónitos al no encontrar nada. Había casos en que tenían informes muy detallados, pero estaban equivocados. ¿Cómo podían los informes secretos estar equivocados? Es una buena razón para que un personaje siga investigando".


La creación de MET D: Soldados veteranos se unen al rodaje
Para el equipo artístico y técnico de Green Zone - Distrito Protegido, la oportunidad de trabajar con veteranos de la Guerra de Iraq, que debían encarnar a soldados del MET D y a personal militar en general, fue uno de los atractivos del rodaje. Estos ex soldados se adaptaron como auténticos profesionales. Un director tan meticuloso como Paul Greengrass no se conformaría con menos. "Fue fantástico poder rodar con soldados auténticos", dice. "Gracias a ellos pudimos crear una base de credibilidad y dar a los actores principales, Matt, Brendan, Greg, Amy, Khalid y Jason, la sensación de estar en una situación real".

Dado que Matt Damon era un soldado novato metido en el papel de jefe de un grupo de soldados muy curtidos, agradeció mucho estar rodeado de un casting tan poco convencional: "Los chicos me lo pusieron fácil. Sabían exactamente lo que debían hacer, y daba la impresión de que yo sabía delegar responsabilidades. Idealmente, no es necesario dar explicaciones, funcionan así. La idea de tenerlos en el rodaje era que actuasen tal como son. Ningún grupo de actores, incluso con días de ensayo, puede hacerlo tan bien como un grupo de ex soldados".

Las tropas también aprobaron a Matt Damon. "Matt es uno más", dice PAUL KARSKO, que estuvo en Iraq en 2004 con las Fuerzas Aéreas. Fue destinado a Tikrit como parte del EOD, el cuerpo especializado en desactivación de minas, igual que su personaje Simms en Green Zone - Distrito Protegido.

EUGENE CHERRY era parte del personal médico del EOD en 2005 y en la película encarna al enfermero Sandales.

Michael Bronner contactó con organizaciones de veteranos en Estados Unidos para encontrar a los miembros del equipo MET D y a personal militar en general.

El marine MICHAEL DWYER, que luchó en Faluya en 2006 y volvió a Iraq en 2008, acabó en el rodaje por casualidad. "Me encontraba en el edificio donde realizaban una sesión de casting en Nueva York. Creí que rellenaba un formulario para ser miembro de una organización de veteranos", cuenta, riendo. "Al cabo de un rato me dijeron: ‘Ya puede pasar a ver al Sr. Bronner’. El principio de la conversación fue algo confuso". Y sin pretenderlo, obtuvo el papel de Potts, el artillero del Humvee de Miller.

Los veteranos no tuvieron ningún problema a la hora de trabajar con Paul Greengrass. "No toleran las tonterías", dice el director. "Querían hacer una película que describiese realmente lo que vivieron. Muchos no se decidieron hasta asegurarse de que sería así".

PAUL RIECKHOFF, fundador de Veteranos Americanos de Iraq y Afganistán (IAVA), encarna al general Gonzales en las escenas rodadas en el aeropuerto internacional Sadam. El productor Lloyd Levin está de acuerdo con el director en cuando al casting de la película: "Green Zone - Distrito Protegido no es un documental, pero queríamos transmitir la sensación de lo que era estar allí. Contar con hombres que se lo conocían a la perfección fue una ayuda enorme".

NATHAN LEWIS es Henne, el intérprete del MET D. Estuvo destinado en el sur de Bagdad, en una brigada de artillería. "Hacer esta película fue como estar en una auténtica unidad militar", explica. "Había diferentes personalidades. Trabajábamos juntos y llegamos a conocernos, sabíamos cómo funcionábamos, qué nos interesaba. Creamos una cohesión para operar como un grupo".

Aparte de estos papeles secundarios, interpretados por ex soldados, muchos extras fueron reclutados entre hombres y mujeres en activo en las bases de Mildenhall y Lakenheath, en el Reino Unido.

Hablando del reparto, Paul Greengrass dice: "Creo que la historia de Miller cautivó a todos estos veteranos. El hecho de que Miller deje a su unidad y decida encontrar la verdad, por muy alto que sea el precio, funciona de maravilla para un thriller. Siempre es importante que el protagonista tenga todas las probabilidades en contra, pero que no se rinda".


La autenticidad ante todo: Los asesores de Green Zone - Distrito Protegido
Los decorados de Paul Greengrass son muy detallados, pero no inflexibles. "Sobre todo, queríamos evitar hacer una película predecible", dice el realizador. "Tampoco es nuestra intención dictar opiniones al público. Cada día durante cinco meses nos pusimos a trabajar con la esperanza de crear una experiencia visceral que obligase al espectador a sacar sus propias conclusiones".

Sigue diciendo: "Es un tema muy duro. Para seguir progresando, hay que disponer de datos concretos. He visto demasiadas guerras para pensar que la respuesta es simple, y he aprendido que decir la verdad, por muy difícil que sea, es lo mejor. No hay otra opción".

Para garantizar la mayor autenticidad posible, los cineastas recurrieron al subteniente RICHARD LAMONT (MONTY) GONZALES, con 20 años de experiencia en el ejército y ex "cazador" de armas de destrucción masiva, para ocupar el puesto de asesor militar.

Como tal, entendía a la perfección a Roy Miller, el personaje principal. Destinado en la Brigada de Artilleros del 75 Regimiento (en la película, Destacamento de Explotación del 75, o XTF), Gonzales fue el líder del equipo MET A, compuesto por hombres con experiencia que le llamaban "jefe".

"El año 2003 fue el más difícil de mi vida militar, quizá de mi vida en general, debido a las misiones que nos asignaron y a la tremenda responsabilidad", recuerda. "Pero el equipo tenía quince miembros, y siempre volvíamos los quince, así que no nos fue tan mal".

La supervivencia era parte del éxito, y la misión, otra. "Cuando empezamos a darnos cuenta de que la realidad no era tal como esperábamos, nuestra misión se convirtió en una búsqueda de la verdad, no de armas de destrucción masiva", explica. "Cuanto más tiempo pasaba, más entendíamos que no encontraríamos nada".

Con Green Zone - Distrito Protegido regresó a la acción. Sin embargo, se pasó la mayoría del tiempo detrás de un monitor con el director y el protagonista explicando lo que un soldado auténtico haría en una situación semejante.

Matt Damon y Richard Gonzales se llevaron bien inmediatamente. "Monty siempre tenía una respuesta a todas mis preguntas, pequeñas o grandes", dice el actor. "Eso me ayudó mucho para meterme en la piel del personaje. Poder contar con un hombre que encabezó uno de los equipos MET en Iraq fue un auténtico lujo".

El veterano BRIAN SIEFKES es Keating, el ayudante de Miller en Green Zone - Distrito Protegido. En 2003 también buscó armas de destrucción masiva en Iraq y trabajó con Gonzales. "Lo que se ve en esta película es una representación detallada de lo que hicimos en Iraq, son nuestras experiencias", dice.


Reconstruyendo el caos: Localizaciones y decorados
Paul Greengrass y el diseñador de producción Dominic Watkins crearon el aspecto y el ambiente de Bagdad en 2003, dentro y fuera de la burbuja (la Zona Verde), en decorados naturales de España, Marruecos e Inglaterra.

El rodaje empezó el 10 de enero de 2008 en la base de Los Alcázares, Murcia. Fue un comienzo relativamente fácil, con decorados estables y un clima benigno.

La base aérea de Los Alcázares hizo las veces del destruido cuartel general de Inteligencia de Sadam Husein en Mukhabarat, y sirvió de decorado exterior para el Palacio Republicano y un palacio más pequeño en la Zona Verde. También en España se rodó al convoy MET D pasando por debajo del puente de una autopista y cuando se queda atrapado en un atasco monumental en una autovía mientras la población asustada huye de Bagdad. Estos planos se rodaron en una autopista que aún no estaba abierta al público.

Pero la mayoría de Green Zone - Distrito Protegido se filmó dentro y en los alrededores de Rabat, capital de Marruecos, donde el equipo al completo permaneció siete semanas. El río Bou Regreb forma un estuario al lado de Rabat, y en la otra orilla se encuentra Salé, la "gemela" de Rabat, donde también tuvo lugar gran parte del rodaje.

Se empezó a rodar el 2 de febrero en Kenitra, una ciudad a unos 40 kilómetros de Rabat. Sirvió de decorado para Diwaniya, donde en vez de encontrar armas de destrucción masiva, el equipo MET D de Miller descubrió a cientos de saqueadores.

La secuencia fue un auténtico pandemonio bien controlado, interpretado por numerosos extras marroquíes. La diseñadora de vestuario Sammy Sheldon y su equipo debieron vestir a unos 200 hombres para la escena entre las ruinas. "La idea era que la película debía ser realista ante todo, daba igual que los personajes fueran estadounidenses o iraquíes", dice la diseñadora. "Los saqueadores eran una mezcla de jóvenes y ancianos, bastante sucios y con la cara casi tapada para que no les reconocieran por si salían en la tele. Escogimos viejos chándales mezclados con las tradicionales dishdasha (vestimenta masculina) con largos pañuelos para taparles el rostro".

La diseñadora sigue diciendo: "Me he ocupado de otras películas de este tipo, con todo el reparto formado por actores profesionales. Les entregábamos el material, y en el primer descanso ya habían perdido algo. Pero los chicos del MET D nunca olvidaban nada; incluso nos indicaban cómo se llevaban ciertas piezas".

El convoy del equipo MET D avanzando lentamente en medio del tráfico en Bagdad se rodó durante dos días consecutivos en Kenitra. Paul Greengrass y su equipo se sirvieron de material de archivo rodado en 2003 por Nick Turner y el coproductor Michael Bronner, que entonces trabajaba en CBS, para planear el rodaje de la escena. Casualmente, el cámara Nick Turner era parte del equipo de CBS que visitó el rodaje de Green Zone - Distrito Protegido.

La secuencia fue todo un reto para el coordinador de vehículos ALEX KING y el primer ayudante de dirección CHRIS CARRERAS. Hubo que encontrar 150 vehículos, adaptarlos y ensuciarlos para que parecieran salir de Bagdad. Además, debieron prepararlos para que les arrollara un camión Humvee de 4,5 toneladas.

La base militar de Kenitra, antigua base de la Marina estadounidense, hizo las veces de exteriores del aeropuerto internacional Sadam.

Rabat tenía la ventaja de aportar una ambientación adecuada. "Escogimos esta ciudad porque es la que más se parece a algunas zonas de Bagdad", dice el supervisor de efectos especiales Peter Chiang. "La arquitectura y las azoteas ofrecían una buena base".

Un rodaje nocturno en Salé hizo que Rajiv Chandrasekaran reviviera el pasado: "Tuve la sensación de haber vuelto a una zona de Adhamiya, un barrio suní en la orilla este del río Tigris".

La ciudad también sirvió de escenario para el despegue y aterrizaje de tres helicópteros de las Fuerzas Especiales en medio de lo que había sido un campo de fútbol. Normalmente, Briggs y sus hombres habrían sido transportados en helicópteros Black Hawk, pero no había ninguno disponible. El Huey, muy usado durante la Guerra de Vietnam, tiene una forma muy parecida al Black Hawk. Tres helicópteros Huey fueron disfrazados de Black Hawk para la escena.

Pero no todo el rodaje en Marruecos fue tan desolado y polvoriento. Durante varios días y noches, un lujoso barrio de Salé hizo las veces de Mansour, también conocido como el "Beverly Hills" de Bagdad.

El equipo se trasladó a Londres a mediados de marzo. La mayoría de los interiores se rodó en el Gran Londres y en el vecino condado de Surrey. Las escenas en los salones del Palacio Republicano se filmaron en Freemasons’ Hall, un edificio art déco en Covent Garden, Londres. El salón de apuestas del hipódromo de Sandown Park, en Surrey, sufrió una gran metamorfosis y se transformó en los interiores del aeropuerto internacional Sadam, donde se instalaron las fuerzas de coalición en 2003.

Updown Court, una lujosa mansión de Surrey que nunca ha sido habitada, representó el destruido palacio de la Zona Verde donde Miller y el MET D se alojan provisionalmente. Asimimo, se rodaron escenas de Green Zone - Distrito Protegido en el hotel Renaissance, muy cerca de la Terminal 5 del aeropuerto de Heathrow, el mismo día de su inauguración.

Unos enormes almacenes de material de construcción en QinetiQ, también en Surrey, sirvieron de escenario para la base de los buscadores de armas de destrucción masiva y para la cárcel de la base Cropper. El interior de la casa del general Al-Rawi, montada sobre numerosos fuelles por el equipo de efectos especiales, también se construyó en QinetiQ. Los fuelles sirvieron para reproducir las violentas sacudidas producidas por las bombas que caían cerca.

Las desoladas naves de Millenium Mills, situadas en los muelles de Londres, sirvieron de decorados para la red de túneles y el búnker de Sadam, supuestamente llenos de armas. Allí se rodó un enfrentamiento violento entre las fuerzas iraquíes y estadounidenses. "Nos documentamos acerca de las tácticas que seguirían los soldados iraquíes si se sintieran atrapados", explica el coordinador de especialistas MARKOS ROUNTHWAITE. "Para empezar, se conocerían los túneles como la palma de la mano, mientras que las tropas estadounidenses no sabrían ni por dónde empezar".


Humvees y helicópteros: Las armas y los trucos
Antes de que empezara el rodaje, SIMON ATHERON y su equipo de armeros enseñaron las armas a los veteranos que encarnarían al equipo MET D. Estos escogieron las mismas que llevaban en Iraq y aprovecharon para adaptarlas a su gusto.

El arma de Roy Miller era la carabina M4. Keating, interpretado por el reservista Brian Siefkes, fue el único en escoger un lanzagranadas M16 203, el mismo que usaba en Iraq. Los armeros habían preparado armas de verdad con balas de fogueo así como versiones "airsoft".

Los vehículos del MET D eran idénticos a los que Gonzales y su equipo habían usado en Iraq. Incluían el Humvee conducido por Miller, al que seguía otro Humvee, un enorme camión M35 y un tercer Humvee. Tal como habían hecho años antes, los soldados "personalizaron" el interior de los vehículos con fotos. "También sugirieron que quitáramos todas las puertas", dice el coordinador de vehículos Alex King. "Estos Humvees no son blindados. Las puertas sólo entorpecen".

Alex King era consciente de las limitaciones de los vehículos. "Nos preocupaba la escena donde se meten en dirección contraria y apartan a los coches a base de golpes", dice. "El Humvee es un vehículo robusto, pero la carrocería se desintegra si da contra otro vehículo con fuerza. Estudiamos fotos de referencia y vimos que suelen montar algo en la parte delantera para poder embestir sin problemas".

Los veteranos no tuvieron problemas con hacer sus propios trucos. "Unos cuantos tienen mucha experiencia", dice Gonzales. "No necesitan ensayar para tumbar a un adversario, cachearle, esposarle y hacer lo que se hace con un prisionero. Lo han hecho cientos de veces, ni lo piensan".

El actor Jason Isaacs no tuvo más remedio que estar al mismo nivel. "Me he colgado de helicópteros en marcha con lo que a mí me parecía un hilito", recuerda, riendo. "Esta no es como otras películas. Me habría dado vergüenza pedir que un especialista me sustituyera. Estaba rodeado por los hombres más valientes que he conocido. Luego, hablando, me enteré de que estaban muertos de miedo, igual que yo, pero estaban convencidos de que si yo lo hacía, no había peligro".



PÁJAROS DE PAPEL

Acabada la guerra, una compañía de artistas de vodevil va de pueblo en pueblo con sus actuaciones, formando una extraña y singular familia. Un hecho inesperado les pondrá a prueba, obligando a algunos de nuestros protagonistas a tomar decisiones de vida o muerte.

Este grupo está encabezado por un músico y cantante, Jorge; un ventriloquista, Enrique, y Miguel, un huérfano de 10 años, acompañados por la cupletista Rocío Moliner y Merceditas, una niña y bailarina clásica.

Ellos atravesarán, en el medio de intrigas, números musicales, momentos de tensión y hambre permanente, parte de la España de la época, tratando de vivir y sobrevivir.


Descripción de los personajes
Jorge del Pino es un hombre endurecido, al que le cuesta expresar sus sentimientos, y mantiene sus emociones guardadas en un bolsillo. Pero, incapaz de ser testigo mudo ante las injusticias, su inteligencia, su carisma y su sentido de la responsabilidad, le colocarán en el lugar del padre de este grupo de cómicos que, con el tiempo, se convertirá en una gran familia, la suya.

Enrique Corgo es ventrílocuo, y conoce a Jorge desde hace mucho tiempo. El suficiente como para saber respetar el distanciamiento de Jorge, o que sus decisiones son buenas para toda la compañía. Es un amigo fiel, un apoyo, un respaldo. Un hombre soñador, lleno de humanidad, seducido por el pequeño Miguel, que desea que los tres triunfen sobre un escenario lejos de cualquier peligro.

Miguel es el pequeño artista que todos, a su edad, llevaron dentro. Es un niño listo, a veces un poco pillo, a veces tierno, y sobre todo, como cualquier niño, muy sincero. Es un superviviente que sueña con convertirse en un gran artista junto a sus nuevos compañeros, a los que se mete en seguida en el bolsillo, convirtiéndose en el hijo adoptado de toda la compañía.

Rocío es una cupletista producto de su tiempo. Una mujer buscavidas, realista, que sabe que el tiempo corre en su contra, y conoce las cartas con las que juega. Seducirá a don Ricardo, el alcalde.

El Capitán Montero les vigila en la distancia, con la ayuda de su subalterno el Teniente Quiroga, y Pastor, un joven al que han infiltrado en la compañía, y que les sirve de espía entre los cómicos. El problema es que la convivencia con ellos le abrirá los ojos, descubriendo que en la vida, ni todo es blanco, ni todo es negro. 


Pájaros de papel es la ópera prima como director de largometrajes de Emilio Aragón.

Con guión de Fernando Castets (El hijo de la novia, Luna de Avellaneda) y el propio Emilio Aragón, Pájaros de papel cuenta como este grupo de artistas sobrevivirá entre números musicales e intrigas, hambre de pan y sed de triunfar, los avatares de la vida cotidiana. Como dice uno de sus protagonistas: "La vida es un drama… y a veces pura comedia".

Pájaros de papel habla del amor por un hijo, por una mujer, por un amigo, por la comedia y por la vida. También, que a veces nos equivocamos si hacemos lo correcto o que es un acierto el equivocarse. Que la vida puede ser un cuento lleno de sonido y furia, un escenario en el que sólo el destino sabe el papel que nos toca.

Y que…. a veces cuando lloramos, es de risa.

Pájaros de papel tiene en la música un relator importante. Los personajes, como fogueados artistas de vodevil que son, demuestran sus habilidades musicales gracias a sus canciones e interpretaciones. Con su propio repertorio no sólo divierten y emocionan. A veces hasta consiguen que les paguen para poder comer.


Notas del director
Todavía hoy no soy capaz de valorar lo que significa "Pájaros de papel" en mi recorrido profesional y vital. Y no lo soy por varias razones; Porque las "aventuras" de una compañía de varieté en la España de los años 40 encarnan la metáfora de la propia vida, de nuestra necesidad de escapar del dolor y la tristeza, recreando cada día para el público, y para nosotros mismos, un mundo de magia, de música y de ilusión en el que no sólo merezca la pena vivir sino también amar.

Porque nuestro protagonista es un hombre roto que trata de reconstruirse en silencio. Y cuánto de esa experiencia de quiebra habita en nosotros, y porque reconocemos ese instinto que aflora cuando sentimos que ya no nos queda nada y, pese a todo, nos permite volver a intentarlo.

Y porque en cada palabra del guión encuentro una emoción escondida que necesito compartir a través de la cámara. Y porque en el mapa de relaciones que se va construyendo a medida que la historia avanza encuentro un denominador común, que es nuestra necesidad de arrancarle a la vida cuantas oportunidades necesitemos para llegar a donde hemos soñado. Y porque en cada número de música, de baile, de magia, de ventriloquia encuentro una razón para sonreír y para amar este maravilloso regalo que es la vida.

Porque cada noche al terminar una nueva jornada de rodaje, las imágenes del día se agolpan en mi cabeza, empujándose unas a otras, pidiendo ser revisadas. Y es en ese mágico momento de repaso, cuando cada parte del todo parece encajar adquiriendo un nuevo matiz, un significado en la historia que hasta ese preciso momento estaba oculto. Se trata de algo vivo, fértil que se va mostrando, poco a poco, como si de un ritual necesario se tratara, para así poder asimilarlo.

"Pájaros de papel" es una historia llena de vida, y lo es porque cada uno de sus protagonistas han experimentado antes el vacío de la propia ausencia.

Emilio Aragón


Guionistas
Dos personas se encuentran por primera vez en sus vidas en una de la situaciones más incómodas que podamos imaginar. A partir de ahí hay dos caminos posibles: Que dicha primera vez se convierta también en la última, es decir debut y despedida; o que de ahí en más solo quede salir del fondo de semejante pozo para avanzar.

Conocí a Emilio en Noviembre de 2006 en una cena donde me sirvió el peor de los platos que he comido en mi vida. Y eso que he comido en mi vida… Me pidió elegantemente si era capaz de leer unas pocas páginas sobre una historia que había soñado. Y como ya estábamos a los postres y habíamos comido fantásticamente no tuve otra alternativa. Me puso a leer delante de él, su esposa y su amiga Itziar la media docena de folios que fue el origen de "Pájaros de papel”. Lo pidió como él pide las cosas, ni un favor me pareció. Sentí que debía hacerlo pero lo odié, aunque era lo menos que podía hacer luego de aquel steak tartare. Y entonces viví su historia como si fuese mía. Risas, emociones, artistas, canciones, una épica conmovedora en una época estremecedora y un comienzo y un final que le pedí que me prometiera que lo mantendríamos a toda costa, sucediese lo que sucediese y vayan por donde vayan las historias de nuestros protagonistas.

Dos años y medio más tarde desde aquella cena, con el primer día de rodaje se empezó a consumar el sueño. Mientras tanto, nos hemos emocionado, reído, asustado, atosigado o delirado. Hemos escrito sabiendo que era lo mejor que jamás se nos había ocurrido y se nos volvería a ocurrir, pero al día siguiente hemos cambiado casi todo para tramar algo nuevo. Hemos escrito y reescrito. Nos hemos hecho amigos para toda la vida mientras confirmábamos que ya éramos amigos de toda la vida. Y finalmente hemos cumplido un sueño. Emilio cree que es su sueño el que hemos cumplido y me alegra haberle engañado tan bien. En realidad no sabe que al cumplir el suyo lo que ha hecho es cumplir el sueño de cada uno de nosotros.

Eso sí, nunca más le permitiré que me vuelva a leer algo al cabo de una comida.

Fernando Castets (guionista)


Director de casting
Cuando leí el guión de "Pájaros de papel" tuve la certeza de que necesita un grupo de actores que pudieran funcionar como una familia, un grupo unido por un sueño común y por una necesidad de salir adelante en un momento de crisis.

Desde el primer momento, supe que el líder de este grupo, el actor que iba a encarnar al protagonista (Jorge del Pino) tenía que ser alguien que fuera capaz de aglutinar inteligencia, carisma, misterio y, cómo no, sentido del humor. Es por todo esto que pensé en Imanol Arias, un actor con el que no había tenido la oportunidad de trabajar y para el que, sin duda alguna, este personaje se ajustaba a la perfección. Después de estar tanto tiempo "persiguiendo” a Imanol para trabajar juntos, pensar que su vuelta a la gran pantalla haya sido con este proyecto es un orgullo para mí.

Con respecto al mejor amigo de Jorge, Enrique, un personaje de tintes ambiguos, pero con mucha luz, pensé en Lluís Homar. Ya he trabajado con Lluís en otras ocasiones y me fascina su gran talento. Para este proyecto en concreto pensé que su increíble versatilidad y su generosidad a la hora de trabajar era imprescindible para conseguir ese espíritu de "familia” que refleja la película.

Para el personaje del niño, un papel muy complicado, tenía claro que sería Roger Princep, un jovencísimo actor con el que ya he tenido la oportunidad de trabajar en "El Orfanato” o en "Los girasoles ciegos” y que, a pesar de su corta edad, tiene una formación muy completa y técnica.

Y por último, está Carmen Machi, para mí un icono de la interpretación, a la que admiro desde el primer día que la vi en el teatro La Abadía. Carmen es capaz de aportar una verdad y un sentido del humor sin igual a todos los personajes que interpreta; y, en concreto, al que afronta en esta película, se unía el aliciente de tener que cantar, algo que además hace a la perfección.

No puedo estar más satisfecho del resultado que se ha obtenido con este elenco de actores y le agradezco a Emilio la confianza que ha depositado en mí para este proyecto.

Luis San Narciso (director de casting)


Producción
Un niño, unos actores, números musicales, un carromato. Un ventrílocuo. Una guerra. Una época.

¿Cómo se atrezza el hambre?

La puesta en marcha de un proyecto siempre lleva a hacerse preguntas. ¿Quién es capaz de cantar, bailar, hacer trucos de magia, contar chistes y al mismo tiempo ofrecer una mirada marcada por las huellas de un pasado terrible? ¿Y qué niño conseguiría algo parecido? ¿Quién puede hacer de cupletista vencida por el tiempo y provocarnos una sonrisa cada vez que aparece en pantalla? La experiencia y el oficio empieza por ofrecer respuestas. Pero no todas. Algunas sólo las da el talento.

Además de buscar el mejor reparto posible, el reto ante Pájaros de papel era recrear un tiempo de escasez, dolor y miseria en el que el arte, con mayúsculas y minúsculas, era la calefacción capaz de encender los corazones más desolados. Así que la ambientación tenía que ser muy cuidada: lo viejo tenía que ser viejo, el polvo ser polvo y los músicos, músicos. Y el espectáculo tenía que ser total. Los números musicales tenían que engrasar a la (im)perfección, el atrezzo parecerlo y todo lo contrario, y las bombas y las escenas de acción tenían que ser explosivas, dolorosas, crear ondas expansivas que fuesen más allá de los cascotes. El reto no era pequeño.

Todos los que nos embarcamos en el proyecto éramos conscientes de que estábamos ante una historia intergeneracional, el público de distintas edades iba a reconocer e identificarse con muchos de los elementos. De alguna manera la historia de la película relata dónde empezó una forma de hacer entretenimiento que ha pasado de generación en generación, y de la nosotros también formamos parte. Eso implica toneladas de responsabilidad.

¿Qué hicimos? El proyecto necesitaba –no podíamos hacerlo de otra forma- a los mejores.

La ternura irónica del guionista Fernando Castets, la intuición del director de casting Luis San Narciso y un equipo de producción encabezado por los profesionales más reconocidos del cine español fueron los mimbres con los que había que construir una canasta firme, compacta, sin fisuras. De esas "de cuando todo se hacía mejor”, de cuando todo era más "auténtico”. De "las de antes”. Y que durase para siempre.

No respondíamos sino a un impulso que ha bañado este proyecto desde la raíz. A una ilusión contagiosa de saber que estábamos preparando una de esas películas "más grandes que la vida”. La vida de quienes de alguna forma han hecho de nosotros lo que somos y que estemos aquí. Pocos regalos mejores que poder participar en algo así…. Y ha sido posible gracias a Emilio Aragón. Y también a alguien que en un día afortunado le aconsejó: "Sólo tú puedes hacer esta película. Es tu historia. Hazla”.

Ese día nació… un director de cine.

Emilio Aragón es –como se suele decir- un mago del entretenimiento. Así que todos confiamos en que íbamos a pisar sobre seguro. Responsable del guión, de la música y la dirección, sólo quien sabe cómo mover las teclas adecuadas del "proceso de entretener” desde dentro es capaz de ser generoso, dejarse aconsejar y crear en definitiva un clima de rodaje que, quienes hemos tenido la suerte de vivirlo, sabemos que ocurre muy pocas veces. Éramos, sí, una compañía.

Y fuimos, también desde el principio, ambiciosos. Sabemos que Pájaros de papel reúne todos los elementos que llevan a un producto a ser universal desde lo particular. Queríamos seguir el camino de ese cine europeo de gran factura que acaba por ser reconocido más allá de cualquier frontera. El proyecto nació desde el primer momento con vocación internacional. Desde Buenos Aires a Berlín, sabíamos que los paisajes de la emoción que iba a presentar la película podrían acabar llegando a todo el mundo.

Porque queríamos enternecer, emocionar, hacer reír. Esperamos haberlo logrado. Nosotros hemos puesto todo lo que estaba en nuestra mano para conseguirlo.

Santiago de la Rica (productor ejecutivo)


Música
Hay gente que cree que la música es una gran razón para vivir. Y si no tienes muchos más motivos, ni nada que echarte al estómago, hasta dicen que alimenta. Eso dicen. Hubo un tiempo en el que, como ocurre a los personajes de Pájaros de papel, la música servía para llenar, como mínimo, el espíritu: cuando para aliñar el potaje no había más que partituras.

Por eso las canciones, la música, son tan importantes en Pájaros de papel.

Y lo son también porque la película nació en la cabeza de Emilio Aragón desde la música. ¿Cómo se come eso? Digamos que con la boca del estómago, donde se mastican las emociones que no sabemos explicar. Porque la energía de la creación no sabe de ortodoxias, y su impulso, su fuerza, es muchas veces inexplicable. Y eso lo sabía muy bien el director y autor de la música quien, con una larga trayectoria como compositor, concedió a este elemento desde el primer momento una importancia crucial. Sabía que había que ir de la cabeza, a las tripas. Y vicecersa.

La música que surca la película es, así, una película en sí misma. Un carrusel de emociones. Trikitixas, bandoneones, pianos y toda suerte de tambores aparecen durante todo el metraje como instrumentos que emplean los protagonistas en forma de tablas de salvación, artistas convencidos de que gracias a las canciones dan lo mejor de sí.

Y como músico Emilio Aragón sabía que tenía que sumar al proyecto a los mejores compañeros de aventura posibles. Así, uno de los –aclamados como tal por la crítica internacional- mejores violinistas del mundo, el libanés Ara Malikian, supo reconocer el impulso que mueve a Pájaros de papel. Él también ha vivido las difíciles circunstancias de una guerra. Y sabe qué notas acompañan a la pena, a la desolación y al espíritu de supervivencia. Esto y su amistad con Emilio Aragón lo llevó a incorporar, desinteresadamente, parte de su inmenso talento a la música de la película. Los resultados son conmovedores.

Porque la música de Pájaros de papel llega y sale del pecho, el lugar donde también se apoya uno de los instrumentos más importantes de la iconografía de la película: la trikitixa. El director quería mostrar la versatilidad de los espectáculos de la época, de rigor artístico pero también de vocación popular. Y recuperar así un instrumento “del pueblo”, de la mano de quien hoy es el máximo responsable de su proyección en el mundo, el gran Kepa Junkera. Si en la película parece que los actores han nacido con una trikitixa bajo el brazo, tal impresión es producto de las horas de ensayo del propio músico junto a los actores, a quienes enseñó a utilizar sus propios instrumentos. Éstos, igual que su música, aparecen en la película enérgicos y emocionantes, aportando todo el color posible a un mundo gris.

La película pedía también otra serie de prodigios. Nuestros protagonistas se echan al camino subidos a lo que buenamente pueden, recorriendo pequeños pueblos con una mezcla de tristeza y esperanza. ¿Qué instrumento responde a ese sentir? Guitarras. Guitarras españolas. Necesitábamos hondura y alma. Así, otros clásicos de la música de aquí se sumaron al proyecto. Las piezas en las que intervienen Pepe Habichuela y JoseMi Carmona dotan a la película de ese punto de alegría y melancolía à la española que se reconoce allá por donde suene.

Y por fortuna tampoco tuvimos que ir muy lejos para que las fanfarrias, los vientos y el huracán de emociones sonoras que iba a dar vida a los personajes de la película fuesen adquiriendo forma. Emilio Aragón ya había trabajado con anterioridad con la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM), y quiso contar para Pájaros de papel con su talento.

Y no olvidemos, pequeñas pero grandes, las canciones. Canciones de juguete que se escucharán en la película. Hechas al alimón entre Emilio Aragón padre e hijo. Y en las que los espectadores podrán reconocer ese sello dulce y tierno de quien debería figurar en el libro Guiness de los récords por haber creado El Coro Más Grande del Mundo. El de millones de niños cantando desde sus casas. 




EL OFICINISTA (GUILLERMO SACCOMANNO)
NOVELA GANADORA DEL PREMIO BIBLIOTECA BREVE 2010

¿De qué es capaz un hombre por aferrarse a un sueño?

Una novela hipnótica, irónica y trágica. 

Hombre y mujeres completamente normales avanzan a diario hacia su escritorio en una ciudad arrasada por atentados guerrilleros, amenazada por hordas de hambrientos, niños asesinos y perros clonados, vigilada por helicópteros artillados y bautizada con lluvia ácida. Entre ellos, un oficinista dispuesto a la humillación con tal de conservar su puesto...hasta que se enamora y se permite soñar con ser otro. ¿De qué abyecciones es capaz un hombre por aferrarse a un sueño?. 

El oficinista cuenta una historia que pasó ayer, pero que aún no ha sucedido, y, sin embargo, transcurre ahora. No es que el futuro esté cerca, es que tal vez ya pasó. Y nosotros no nos hemos dado cuenta, ocupadísimos como estábamos en cuidar un trabajo, un sueldo, una apariencia. Esta novela encierra una antiutopía, un mundo Ballard, pero también Dostoievski.

1 Response to " "

Anónimo Says :
11:32 a. m.

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