Humor generacional

¿Qué hace reír a cierta gente que ahora tiene entre 25 y 35 años? El acento de Albacete, el absurdo español reciclado y todo lo que les permita recrearse en sus referentes. Un grupo de ‘graciosos’ interconectados tiene el secreto.

La historia del humor avanza en forma de troupes, casi lobbies de amigos accidentales.
El día que Eric Idle, Graham Chapman y John Cleese, tres sextas partes de Monty Python, coincidieron en Cambridge a principios de los sesenta, algo cambió para siempre. Lo mismo puede decirse del momento, tres décadas más tarde, en que Judd Apatow y Adam Sandler se convertían en compañeros de piso, poniendo el germen de un emporio que llegaría a dominar la comedia moderna norteamericana. Por las mismas fechas, Owen Wilson y Wes Anderson también compartían habitación en la universidad de Texas. El siguiente momento seminal en la historia del humor, español para más señas, ocurría en Cuenca, cuando Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla -primos postizos en Albacete- conocieron estudiando Bellas Artes a Raúl Cimas y Carlos Areces.

Fastforward unos cuantos años y el chanantismo ha pasado a definir el humor de una generación, la de los que hoy tienen entre 25 y 35 años. Sección teléfaga, razonablemente letra herida, versada en viñetas y post casi todo. Al margen de los avances de la propia troupe, que se mantiene muy unida y acaba de estrenar su primera ficción pura, Museo Coconut en Neox -Facebook ardía el día de su debut- y de las actividades extraescolares de sus miembros -Areces se consolidará como el mejor actor cómico de su generación en Balada triste de trompeta- existe toda una constelación de asociados y amigos ocasionales que beben de las mismas fuentes y pulsan las mismas teclas para activar la risa.

Ala izquierda, elaboramos un mapa de conceptos de los sospechosos. Casi todos coinciden en la muy recomendable publicación semanal online El estafador y en Una risa nueva (Nausicaa), necesaria obra enciclopédica que edita Jordi Costa sobre "posthumor, parodias y otras mutaciones de la comedia".
Allí está Reyes, con una tira cómica, y el dúo Venga Monjas (Xavi Daura y Esteban Navarro), guionistas ahora de Coconut y perpetradores de vídeos de humor absurdo. Y Miguel Noguera, ultrahumorista cáustico que ha compartido escenario con Venga Monjas -ya dijimos que esto eraun lobby-. Además, escribe gente como Miqui Otero, redactor jefe de ADN, con un ensayo sobre spoofmovies y Alvy Singer (seudónimo, sí) con otro sobre, claro, los Python. Ahora sólo falta saber quizá porqué qué este universo es de momento exclusivamente masculino, aunque las fans se rían igual.


ENTREVISTA CÓMIC JUANJO SÁEZ

"Somos neuróticos de manual porque nos han sobreprotegido"
Nunca ha tenido pelos en la lengua. Desde sus flyers mordaces para la antigua sala Astin de Barcelona hasta su enésimo cómic, Arroz pasado. Lo que sí le ha dado el tiempo al ilustrador Juanjo Sáez es un mayor conocimiento de su generación. Y avisa: "No queremos hacernos mayores. Aunque sea absurdo".


¿Cuánto hay de autobiográfico en 'Arroz pasado'?
Poco, pero las neuras de Xavi son bastante las mías. Todas las situaciones son ficción pero muy universales. Nos han pasado a todos.

¿Y cuáles son esas neuras?
Salen al llegar a los 30. En el caso de las chicas, la obsesión es retener al chico. Así que vosotras nos perseguís y nosotros huímos.

¿Es algo de la época?
Nuestra generación es muy peterpanesca. Es por la educación que hemos tenido. Nuestros padres pasaron miserias, y somos neuróticos de manual porque nos han sobre-protegido.

La serie acaba siendo un retrato generacional...

Involuntariamente, sí. Pero no pensé en hacer una piedra angular para nuestra generación.

¿Qué tal fue la relación con la productora para pasar tus viñetas a la pantalla?
Bastante mala. Ha habido hasta peleas, pero para ellos es normal. Es un calvario tener a 5.000 personas por encima tuyo que te cambian las cosas y tienen otra ética profesional. Pero gracias a ellos se ha hecho.


¿Qué cosas cambiaron que sí salen en el libro?
Modificaron escenas, algunos diálogos y borraron nombres, como el de Mariscal [aparece como un explotador de becarios].

¿Entregabas por capítulos?
Iba entregando cada mes. Lo hice en forma de cómic para al menos tener el libro, porque yo no me fiaba ahí de nadie. Pensaba: "¿Y si luego no lo emiten?".

Y al final tuvo tanto éxito que te costaba llegar a las entregas...
Los tres últimos capítulos los hizo un compañero mío, Gabi, a mi manera. Se los di abocetados. Él dibuja mejor que yo, el detalle lo resuelve mejor.

¿Para cuándo la segunda temporada?
Febrero. En TNT ya emiten la primera en castellano, y seguirán con la segunda.

¿Habrá novedades?
Contratan a un chico más en el estudio, un socio capitalista. Xavi, además, hará un viaje a Estocolmo con sus dos amigos.

¿Y qué te parece 'Museo Coconut'?
Ah, está muy bien. Me parece brillante, pero a ver qué dice la gente, porque a veces se acostumbra a una cosa y sólo quiere más de lo mismo.


MIGUEL NOGUERA

El nuevo humor español bebe de lo absurdo y singular
Sea porque los astros se han alineado o porque lo que había ya era muy rancio, el hecho es que hay una nueva tongada de humoristas en España: "Y no es un sinsentido hablar de humor generacional", precisa el humorista y performer Miguel Noguera.

Él hace ultrashows -una especie de batería de frases que, sin querer ser chistes, resultan serlo- en lugares públicos, y está a punto de presentar su segundo libro de ideas, Ultraviolencia.
A Noguera las situaciones cómicas se le ocurren sin pensar, de forma "fugaz, cuando veo o oigo algo sugerente". Su humor, como el de muchos de este lobby, se centra en "cosas muy singulares" que, si se descontextualizan, ya no arrancan risas.

Es un humor formal, absurdo, como el de Monty Python. Es más complejo que una ironía", dice Noguera.
Además, es "muy español": "Todos tenemos un deje muy local. El acento de Albacete de Muchachada Nui, la escatología catalana que usan los Venga Monjas, y lo mío... Dudo que se pudiera traducir sin que perdiese gracia".