ANGEL TREEHOUSE

LOCURA SOBRE RUEDAS

Nunca he sido un gran amante de los videojuegos de carreras, ya sean de coches, motos, naves espaciales, etc. Reconozco que hay juegos geniales dentro de este género (Gran Turismo, Fórmula 1, Moto GP, Wipeout...), pero no me han llegado a enganchar plenamente. Tan sólo me han tenido enganchado durante un período de tiempo el "Ridge Racer4" de Playstation (que a su genial factura visual y a su enorme jugabilidad unía una de las mejores bandas sonoras que he escuchado en un videojuego), y un juego de motos que iba de carreras por circuitos urbanos en varias ciudades conocidas, pero del que no recuerdo ni el nombre ni la consola donde lo jugué.

O sea, que me tiran más los juegos de carreras locos y "arcade" que los puristas y de simulación. Y creo que he encontrado la horma de mi zapato en la saga "Burnout": Gráficos geniales a la altura de los mejores, música cañera y marchosa y una jugabilidad tremebunda, con una facilidad de manejo increíble y una sensación de velocidad alucinante. Me hice seguidor de esta saga gracias al fantástico "Burnout Legends" para PSP, pero desde hace unos días que pude probar el "Burnout Paradise" de Playstation 3, ya me considero "fan" acérrimo. Sencillamente, me encanta ese juego. Pasa absolutamente de coches oficiales, marcas, opciones de configuración o de "tunning" para centrarse totalmente en el espectáculo y en la diversión sin complejos ni complicaciones.

Uno de los momentos más impactantes del juego es cuando tienes la desgracia de chocar contra otro coche o contra algún muro o quitamiedos. Como si de una secuencia de cine se tratara, la cámara se acerca hasta el punto del impacto, y a cámara lenta se ve como se estruja, se dobla y se parte la carrocería para, al segundo, volver a velocidad normal y ver con todo lujo de detalles como tu coche, así como contra el que has chocado, da volteretas en el aire (literalmente), vueltas de campana y se va destrozando con una violencia inusitada hasta quedar como un guiñapo, quedando todo el asfalto sembrado de piezas y trozos de los vehículos. Todo con un realismo espeluznante que da mucho que pensar sobre los accidentes de tráfico. Por lo menos, los creadores han tenido la delicadeza de mostrar los coches durante los accidentes sin nadie dentro, porque si no, hubiera sido bastante fuerte, más cercano a "Grand Theft Auto" o "Manhunt" que a un juego de carreras.

Pues eso, amigos. Que "Burnout Paradise" es un "PRODUCTO RECOMENDADO POR ANGEL TREEHOUSE" absolutamente, y al revés que aquella frase de "No lo hagáis en casa", yo os digo: Hacedlo sólo en casa... con vuestra videoconsola, claro está.