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EL DIBUJANTE ESPAÑOL SALVADOR LARROCA GANA EL PREMIO EISNER, EL ÓSCAR DE LOS CÓMICS





(Transcrito del periódico La Razón)

El dibujante valenciano Salvador Larroca acaba de convertirse en el primer español en ganar un premio Eisner, el más prestigioso del cómic mundial, por la serie «Iron-Man».

Vive y trabaja en Valencia. Bueno, vive en Valencia y trabaja en Nueva York vía e-mail. «El mundo está globalizado y lo que se busca es el talento», explica Salvador Larroca, un dibujante que lleva tres lustros triunfando en el difícil mercado del cómic USA. Larroca es el primer español que ha ganado un premio Eisner, algo así como el Oscar del cómic, en la categoría de mejor nueva serie, gracias a «Invincible Iron-Man» (editada por Panini), con guión de Matt Fraction. Encantado y reivindicativo, Larroca lamenta que nadie le haya llamado para felicitarle. Bueno, «un par de amigos». Pero, claro, no se refiere a ellos...

-Enhorabuena. ¿Contento?
-Es lo más máximo a lo que puedes aspirar: es como un Oscar en el mundo de los cómics. Te pueden dar muchísimos por los cuales te alegrarías, pero éste es el mejor.
-¿Implica que un español puede triunfar en el mercado de EE UU?
-Llevo 16 años y siempre he tenido colecciones punteras. He triunfado más que muchos americanos. No he sentido que me hayan hecho de menos. He estado siempre contento, trabajando en las colecciones que he querido. Me consideran uno más de la profesión.
-¿Hubo un momento en que dejaron de mirar su pasaporte?
-Nunca lo hicieron. Fui el primer español, por una semana, en entrar en el cómic de superhéroes de EE UU. Al principio había poca gente de fuera, pero han ido buscando el talento allí donde estaba.
-¿Algo parecido a Hollywood?
-No sé, el mundo está cada vez más globalizado y lo que se busca es el talento. Existe ahora una tecnología que te permite hacer cosas que antes no podías. Tenías que recurrir a mensajería y era un obstáculo importante.
-¿Qué momento ha sido clave en su carrera?
-Siempre que pasas de colecciones de segunda a otras de primera. No ha habido un momento clave: sí una progresión, hasta que he elegido yo. Ahora me da lo mismo la colección, lo que busco es el guionista, la colaboración con ese autor que te gusta lo que hace.
-¿Son importantes los seis años que ha pasado en «X-Men»?
-He estado haciendo «X-Men» muchos años, he hecho «Spider-Man», «Los 4 Fantásticos», que son iconos de la empresa. No te los dan si no confían en ti.
-¿Cree que con el aluvión de filmes de superhéroes se ha perdiendo calidad en las historias?
-Va por barrios. Todos los personajes de Marvel, más que otra editorial, tienen franquicias. DC tiene a Batman, a Superman, pero el fondo les falla más. En Marvel no encuentras un personaje malo, lo que pasa es que hay que dar con la persona adecuada para contar la historia. A mí, por ejemplo, «Iron Man» me parece una película muy divertida, es una cinta de acción entretenida con un buen casting. Hasta la fecha, Marvel cedía los derechos a terceros y hacían películas cutres. Han visto el potencial de estos personajes y han decidido hacer las suyas propias. «Iron-Man» fue la primera, «Hulk» la segunda, que también está entretenida. Y habrá más.
-¿Ayuda a la venta de cómics?
-No se venden más tebeos por las películas, pero surgen más colecciones: antes había una de «X-Men» que vendía un millón de ejemplares. Ahora son cinco que venden 100.000 o 200.000. Lo que está claro es que sin tebeo no hay videojuego, serie de dibujos animados ni película.
-¿Ésa es la evolución del cómic americano en los últimos años?
-Es probable: se venden menos tebeos, pero la editorial probablemente haga más caja que nunca.
-¿No se ha perdido un poco la inocencia?
-Antes, cuando leía un tebeo me gustaba más o menos pero en general lo disfrutaba. Ahora, en los foros, la gente puede destripar un buen trabajo simplemente porque hay que hablar de algo. Las cosas tampoco se valoran igual que antes, cuando tenías el tebeo en las manos y era de consumo lento. Han cambiado los tiempos. A mí me sigue gustando el soporte de papel. Hace poco hice un tebeo sobre Eminem que fue el más descargado de la web digital de Marvel. Pues vale: yo sigo disfrutando el cómic cuando lo tengo entre las manos.
-Es que ya es usted de la generación de los años 60...
-Y prefiero el libro con tapas al digital. En las películas sí disfruto de las tecnologías, pero en los cómics soy más clásico. Al papel le quedan años de vida. Me daría mucha pena que desapareciera. No sé qué evolución tendrá el cómic online, pero imagino que hay cosas que no las para nadie.
-¿La crisis se ha notado en la industria del cómic?
-En las ventas, sí. En el miedo que tienen las editoriales al meterse en proyectos más comprometidos... Se ha notado en España y en EE UU. Pero se siguen buscando fórmulas para paliar la bajada de ventas. Hace años no se sacaban «retapados»: ahora se venden muchos.
-¿Le gustaría dibujar para una editorial «underground»?
-Yo empecé por el gusto de dibujar. Leía todos los tebeos. Y estoy haciendo superhéroes porque me gustan. Pero también porque, seamos prácticos, se puede vivir de ello. Dibujar tebeos marginales no es rentable para vivir. Este mundo funciona por las ventas. Si en EE UU vendes 15.000 ejemplares en una editorial «indie» ya es mucho. No ganas dinero pero a lo mejor has hecho una obra de arte y sirve para que te repesquen en otro sitio. Si haces una obra de arte en España no te repesca nadie. Es lo que hay: es un mercado más cerrado.
-¿Ha sido así siempre?
-Lo que ocurre es que en España tenemos a Francia como un ejemplo a seguir: es el país que más tebeos vende y el que más producción tiene... Si los miras atentamente, muchos no tienen una calidad mínima que a lo mejor en España sí tendrían. En España los tebeos que se editan tienen más nivel. Pero el mercado aquí es más cerrado. Editores hay muy poquitos. Y no tiene pinta de que vaya a cambiar.
-¿Teme que el tsunami asiático lo conquiste todo?
-Si llega, haremos manga. A mí me gusta. Hay autores japoneses de los que compro todo lo que hacen, me parece que innovan mucho. A mí me gusta todo, pero mi trabajo es hacer superhéroes.
-¿Cree que hay mucho mutante en la política española?
-España es diferente para todo. Yo soy bastante apolítico. Oigo los discursos, las promesas que no cumplen y me sigo quedando con los personajes de cómic: con ellos sabes lo que te va a venir.
-¿Y una buena política del cómic en España?
-Yo diría que no. ¡De hecho no me ha felicitado nadie! Bueno, sí, un par de amigos. Realmente el cómic no existe aquí. Y también es cultura. SE piensa que es cosa de chavales y se asocia a «Mortadelo y Filemón».

Morrison, Millar... y Paco Roca
Uno de los guiños de Larroca a su tierra apareció en «Iron-Man»: la Ciudad de las Artes de Valencia era reducida a cenizas por una explosión. Poco sorprende cuando se sabe que entre los «favoritos» del dibujante están dos «salvajes» que han revolucionado el género: Grant Morrison y Mark Millar (como ejemplo, la serie «Ultimates»). Pero Larroca recomienda los clásicos, de Frank Miller a «Watchmen»... Y volúmenes que poco tienen que ver con lo suyo, como «Arrugas», de Paco Roca. Como lector, tiene debilidad por «Spider-Man» y «X-Men». «Ya no soy un fan. Como profesional siento cariño por los personajes clásicos. No tengo un especial interés en cambiarles trajes y esas cosas. Me gustan como son», aclara.Photobucket

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